Adolescencia tardía, adultez prolongada, familias ensambladas y hogares unipersonales son los nuevos términos que desdibujaron los límites imaginarios de los targets tradicionales y dieron lugar a zonas más o menos definidas en las que se ubican los nuevos grupos objetivo. El target Adolescente se amplió, según explicó Urresti, principalmente por la sexualización de las imágenes que inducen el contacto con la sexualidad a los chicos desde edades más tempranas. Por lo tanto, el grupo que hace casi una década comprendía a chicos desde los 14 o 15 años, ahora considera adolescentes a chicos a partir de los 11 ó 12 años en adelante, llamados "Adolescentes madurados a los golpes” ó “Tweens". Por otro lado, el final de la juventud se lentificó a causa de las mayores exigencias para ingresar al mundo laboral: "Cada vez más credenciales son requeridas para entrar al círculo laboral y esto lentifica el final de la juventud y retrasa la partida de los de la casa de los padres, dando lugar a los adultescentes", señaló Urresti. Luego, el asesor se refirió a las familias conformadas por integrantes provenientes de distintos núcleos. Habló del famoso "los tuyos los míos y los nuestros", una composición que trajo características atípicas. "En estas familias suele haber marcadas diferencias de edades, gran diversidad de actividades con horarios diferentes y valores distintos, ya que por lo general se reúnen hijos educados en más de un seno familiar, cada uno son sus criterios particulares.”. Urresti señaló que estos grupos conforman un nuevo target que necesita productos flexibles e integradores, capaces de amoldarse a la plasticidad de la familia ensamblada. Por último, el conferencista mencionó cuatro nuevas tendencias marcadas por las formas de vida adoptadas en las últimas décadas que aportan a la deconstrucción de los targets tradicionales y dan paso a nuevos segmentos de gran dinamismo y plasticidad. Marcelo Urresti describió a la primera como producto de las “Separaciones de hecho y Divorcio”. Esta tendencia se define por la inclinación a disolver parejas con mayor facilidad. Como segunda tendencia, mencionó un punto vinculado a la “Afectividad y sexualidad” en el que señaló una notable disminución en las tasas de natalidad. “Cada vez, más mujeres tienen menos hijos” y esto podría alterar el actual concepto de Familia tipo (padre, madre y dos hijos) y con ello generar un significativo cambio cultural. La tercera tendencia está delineada por las nuevas formas de “Parentesco y Convivencia”. En este sentido, apuntó que cada vez proliferan más las uniones informales – a su vez- más fáciles de desarmar Respecto de las formas de convivencia, actualmente los hogares unipersonales no se limitan –como en 1960- a los de cónyuges viudos. Según el asesor de BMC, este tipo de hogares corresponden -en su mayoría- a jóvenes que no constituyen familia y prefieren vivir solos ó a madres con un solo hijo que –en rigor- forman parte de la categoría de Hogares Monoparentales. La cuarta tendencia es la dada por la “Vida Cotidiana y Consumo”. En este punto podría decirse que convergen los distintos estilos de vida llevados a cabo en las últimas décadas que por sus actividades, elecciones y preferencias, originan tipos de relaciones más plásticas que los llevan a consumir productos más inclusivos y flexibles adaptados los tiempos vertiginosos que la sociedad actual maneja.